viernes, 2 de mayo de 2014

DEFINICIONES DE DEFORESTACION
•Variación boscosa con agotamiento de la cubierta de copas arbóreas a menos del 10 por ciento.
•Es un proceso provocado generalmente por la acción humana, en la que se destruye la superficie forestal.
•Acción y efecto de deforestar, Despojar un terreno de sus árboles y plantas.
•Conversión de tierras forestales en otros tipos de tierras como consecuencia directa de las actividades humanas.
•Reducción progresiva o desaparición de las masas forestales.
La deforestación más que un problema ambiental es un problema social y se vuelve tan complejo debido a que es un efecto de actividades humanas en las que prevalecen intereses de toda índole desde los más grandes por parte de ciudadanos acaudalados y/o funcionarios con el rango más alto en el Estado, hasta el campesino más humilde que requiere de un espacio libre de árboles para el establecimiento de su parcela de cultivo.
El ICF puede obtener la mejor tecnología para determinar la tasa de deforestación anual del país y lo que obtendremos es una cifra fría. Actualmente sin necesidad de sistemas sofisticados nos podemos dar cuenta de la alta presión a que están siendo sometidos los bosques. Para mitigar la tasa de deforestación se requiere de recursos financieros con los que no cuenta el ICF.
La deforestación debe ser vista como un problema de país, ya que todos percibimos bienes y servicios de los bosques.
La degradación incluye cambios dentro del bosque que afectan negativamente la estructura o función del bosque o sitio reduciendo su capacidad de proporcionar productos y/o servicios.
En consecuencia el término deforestación se aplica en aquellas áreas que perdieron total o casi totalmente su cubierta forestal. Así tenemos que todas o la mayoría de las obras de infraestructura que cotidianamente usamos surgieron y seguirán surgiendo a partir de procesos que iniciaron con la eliminación de la cubierta forestal y que para efecto de este documento hemos denominado “cambio de uso por interés público”.
MARCO HISTÓRICO
El fenómeno de la deforestación surge con el nacimiento de las actividades agropecuarias de manera extensiva, derivadas de la necesidad de suplir de alimento a una población creciente que anteriormente obtenía sus alimentos directamente del bosque.
Históricamente ubicaremos a la deforestación en dos etapas; antes y después de la colonización española. Así propondremos dos escenarios; el primero; una población relativamente baja que obtenía su sustento diario de alimentos del bosque y áreas de cultivo relativamente pequeñas (año 1 al año 1524). Como segundo escenario tenemos la  introducción  del  ganado,  el  fomento  de  la  agricultura  y  el  incremento  de  la población (1525-2011).
 




 CIFRAS OFICIALES DE HONDURAS
Las  cifras  sobre  la  deforestación  en  Honduras  son  hasta  cierto  punto  confusas  y muchas de ellas carecen de fundamento técnico. La información que se ha manejado básicamente ha sido la generada a partir de proyecciones de algunos inventarios que han considerado algunas áreas de interés productivo como el Inventario Forestal en la zona del Río Sico y Sur de Trujillo en 1978 y en Inventario Forestal Nacional (INFONAC) en el macizo central del país en 1981, ambos realizados por la Agencia Canadiense de Desarrollo  Internacional  (ACDI).  Luego  en  1983  la  Agencia  de  Cooperacn Internacional del Japón (JICA)   realizó el inventario en la Región de la Mosquitia. Algunos proyectos han generado información de sus áreas de influencia. Con los intervalos de tiempo y con las diversas metodologías utilizadas es muy difícil proporcionar cifras acertadas de la tasa de deforestación del país. El único inventario con escala nacional fue realizado en 2005 con el apoyo de la FAO y con el cual se esti la cubierta forestal en 5,8 millones de hectáreas de bosque.

En el país se han realizado dos mapas forestales a partir de sensores remotos; el primero en 1995 utilizando imágenes Landsat TM de 1993 y 1995 con el que se estimó una superficie cubierta de bosque de 5,9 millones de hectáreas. El segundo mapa forestal se realizó en 2009 utilizando imágenes Modis con el que se esti la cubierta forestal en 6,6 millones de hectáreas. Estos son resultados de dos sensores completamente diferentes. Ninguna  de  las  metodologías  ha  sido  sistemática  para  poder  establecer comparaciones.


 
ESTIMACIONES DE LA DEFORESTACN EN HONDURAS
Existe una diversidad de fuentes y cifras sobre la deforestación en Honduras. La utilizada con mayor frecuencia es la generada por FAO a principios de los ochentas y que corresponde a 80,000 ha/año. Es importante tomar en consideración el impacto que las actividades agropecuarias tuvieron en la década de los 70´s y es muy probable que se presentara esa tasa de deforestación en un período determinado. Las circunstancias actuales son diferentes, por lo que no se puede presumir que esa tasa de deforestación se mantiene o es constante en el tiempo.
 
Deforestación de la cuenca del río Guacerique
La deforestación de la cuenca del río Guacerique, denunciada por la Unidad de Protección de Cuencas del SANAA y la Fiscalía del Ambiente, revela la gravedad de la tala desmesurada de los bosques y sus efectos sobre las fuentes del agua, o sea los dos recursos más importantes para la población.
La cuenca del río Guacerique, que se extiende en casi 20,000 hectáreas, es vital para el abastecimiento del agua que consumen los habitantes, Tegucigalpa-Comayagüela, con su generación anual de 74 millones de metros cúbicos de agua,  a la vez que forma parte de la cuenca mayor del Río Choluteca.
La depredación de esta zona forestal protegida, situada en las orillas de la ciudad capital, significa de manera elocuente lo que sucede en el resto de nuestro país en relación a la protección de nuestros recursos naturales.
Estadísticas conservadoras indican que Honduras pierde anualmente 60 mil hectáreas de bosque a consecuencia de los incendios, provocados casi en su totalidad por deliberada intervención humana.
La deforestación es en nuestro país el peor desastre ecológico a nivel centroamericano. La responsabilidad principal de esto recae en la industria de la madera, con la tala ilegal e incontrolada, lo mismo que en los incendiarios para la limpia de potreros y para obtener leña, vale decir prácticas ancestrales propias de la incultura rural.
La mayoría de los bosques hondureños son de pino, que es el principal recurso renovable de nuestro país.  Si existiera una administración eficiente, Honduras tendría un lugar prominente en la explotación maderera, similar a la de Finlandia, pero sucede lo contrario. 
Honduras ha ido convirtiéndose  en un país semidesértico, con altos índices de degradación en sus fuentes de agua, de la flora y de la fauna silvestre.  Las pérdidas son inmensurables, y todas ellas afectan fatalmente la vida humana y el futuro de la población, sustancialmente en forma irreversible.
Prácticamente es imposible la reforestación de los bosques de hoja ancha, con sus maderas preciosas, y la de los bosques de pino tarda por lo menos 25 años.  Hay, es cierto, variedades de árboles maderables de rápido crecimiento, pero su cultivo es muy costoso, a largo plazo, y requiere de tecnologías sofisticadas solamente al alcance de grandes empresas.
La Ley Forestal es un instrumento que bien utilizado podría servir para reivindicar este recurso y organizarlo para su adecuada explotación en beneficio de la población y del desarrollo económico.  El Instituto de Conservación Forestal es, en este sentido, la entidad encargada de esta formidable tarea.
Pero, en lo que importa a la protección es imprescindible aplicar drásticas medidas para hacer frente a la tala clandestina y la irresponsabilidad incendiaria, sobre todo en la estación seca, que se presta para estas actividades delictivas.

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